lunes, 21 de junio de 2010

A siete leguas de distancia

Yo creo que el amor verdadero existe (llamadme romántico, idealista ..etc, lo que queráis, ya me habéis acostumbrado y no os oigo) y ese amor es bastante distinto del enamoramiento repentino, de la idea romántica, de la pasión encendida, del flechazo o de ese tipo de cosas.

Creo que el amor es un proyecto común, tenga la duración que tenga, en la que dos personas ponen tanto como su voluntad y su deseo de vivir una aventura conjunta, lo cual exige sentido del riesgo, existe un inmenso sentido de la generosidad, exige una fuerte capacidad de ponerse en el lugar del otro, exige en ir más allá del sexo, sin olvidar la importancia, la intimidad y la fuerza que éste tiene.

Es el compartir de igual a igual. Esto requiere esfuerzo, sin duda, pero ofrece a cambio un tipo de felicidad superior.

En el verdadero amor siempre hay algo de muerte, o más bien de desprendimiento de una parte del ego. Sin compartir es difícil hablar de amor, no digo que no pueda ser amor, pero sin convivencia nos estamos refiriendo a algo que tiene más que ver con la nostalgia, con la ensoñación o con la esperanza que con la realidad del amor compartido.

27 Agosto 15.25:  Madrid - Dubai - Tokyo
8 Noviembre 11.00: Tokyo - Dubai - Madrid